Muy temprano, detente y escucha

Hay mañanas en las que todos preferiríamos seguir en la cama, ya sea por una o por otra razón hay veces que el poder de absorción de nuestra cama es casi insuperable, la mayoría de las veces a causa de una mala noche anterior o varias malas y una buena no siempre es por lo mismo.

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Cuando nos levantamos primordialmente nos dirigimos a nuestro tocador ha observar los restos del naufragio el desde porque tenemos lápiz labial si nuestra esposa no usa, también esta la cara saber que no dormiste nada porque vas llegando de bailar toda la noche o la cara mas común de no hubo fiesta hay que ir a trabajar. Así nos alistamos para desempeñar nuestras funciones en nuestro trabajo llámese escuela, oficina, fabrica o funeraria. Para esto nos cargamos con la pesadez de una noche que olvidamos parcial mente debido a nuestras lagunas mentales, y así con nuestra cara de no me hables, reportamos con el patrón y nos encaminamos a nuestro espacio laboral.

Hay veces que por nuestros propios problemas no observamos a las personas que nos rodean, olvidamos que compartimos con personas que tienen amores, odios, decepciones todo eso que creemos exclusivo de nosotros, pero cuantas veces en realidad nos hemos sentado, callado y puesto atención a los demás. Bueno la mayoría de las veces vemos a las personas solamente la parte liminal que nos es mostrada, no sabemos las cosas que les pasan que sienten que piensan o simplemente desean y aun así nos atrevemos a proclamarnos amigos, que tan buenos amigos somos en realidad?. Si para nosotros los seres mas perfectos o imperfectos es cuestión de la imagen propia, hay unos tipos mal encarados, delincuentes, aprovechados y aun así pueden ser buenas personas que debido a las circunstancias les condujo a vivir como viven, hay personas que parecen malas y no lo son pero así como existe esto también hay personas malas que parecen buenas, hay veces que tenemos que sentarnos a escuchar y no solo eso, empezar a compartir lo que somos para entrar en confianza y así talvez cuando le pregustes a alguien “¿estas bien, pasa algo?” no solo te digan el clásico “nada”. Hay veces que tendremos que ser los que acompañen y otras tantas que nos tocara ser la voz cantante. Claro muchas veces te traicionaran los que te digan amigo, pero vale la pena porque aún que al final del día las cuentas de los amigos se hagan con una mano sabes que estarán ahí para ti y ellos estarán tranquilos porque saben que tu harías lo mismo por ellos. Así que los días en que te levantes de la cama, con cara de porque solo a mi piensa que a lo mejor hay alguien que necesita de ti una palabra, algún gesto o que le ayudes, sabrás que eso la mayoría de las veces ayudar nos ofrece más a liberar nuestra propia alma.